Merecía justamente días en familia, después de un buen
tiempo sin vacacionar con las personas más importantes en mi vida, nos fuimos a
Playa del Carmen.
Para ser honesta, con tantas cosas en la cabeza creí que
serían días comunes pero la verdad es que tuvimos días llenos de risas, buenos
momentos y con paisajes increíbles propios del Caribe.
El compartir con mi familia y crear nuevas historias me
llena de energía positiva, es como si todo fuera más fácil y liviano, como
cuando te cambian el chip que hace convertir los muros que aparecen en la vida
en peldaños hacia los objetivos que tenemos. Esto la verdad me asombra pues
somos taaaaan diferentes que pareciera que de plano no embonamos pero pasa todo
lo contrario, nos complementamos unos con otros.
Todo esto aunado a la vasta cultura que se vive en Quintana Roo en donde puedes degustar comida deliciosa, visitar playas turísticas y otras que son más tranquilas donde no hay muchos resorts, encuentras también zonas arqueológicas mayas, parques temáticos, puertos comerciales, y mil actividades que se pueden realizar.
Entonces… una convivencia ideal (+) paisajes hermosos (+) cultura maya (=)
hermoso viaje en familia (exponencialmente) =D
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